viernes, 15 de noviembre de 2013

CON LA EÑE ÑOÑOS LEÑE




Wa…fui al pleno...¡Uf! Qué peligro… los magines siguen actuando como si  fueran los dueños del cotarro. Sí, Wa,  ñaques de ñaques como en el  día de todos los sustos y mira que ha llovido más que cuando enterraron a bigotes…
Pues nada siguen sin entender que están, donde están, por los votos de los vecinos, no por designio divino y que el ayuntamiento por más que  se empeñen y nos empeñen, es un servicio público para el público y no una empresa familiar.
Que se consideren divinos y que actúen como todo poderoso  no es malo, Watson, sería dar  testimonio de fe cristiana; somos hijos de Dios hechos a su imagen y semejanza. ¿A que sí? Lo ruin y desvergonzado de la situación   es la ñanga que se ejercita de la mesa a la artesa…Y con unas artes…y  una de ñaños que si no fuera por la gracia y coña de la  artesa arribaríamos a la vomitona…
Cuando llegué el pleno había comenzado. Entré y me senté.  Doy un garbeo ocular y todo igual, los defensores de unos y de otros, cuidando el cocido y el pringue…Pero  ¡Ay de mi! ¡Qué vieron éstos mis ojos! A mi lado estaban, muy bien apañaditos un grupo de desempleados con una pancarta que decía: Asamblea contra el paro. Aquí, en Castro-Urdiales, somos 3.250 los que estamos sin trabajo… Por sus gestos y ademanes se les percibía, preocupados, ansiosos, hartos y hasta el moño… remusgaban…resoplaban…se miraban… guiñaban un ojo y, de vez en cuando, mitigaban la desesperación con alguna que otra observación jocosa…de esas que desvían las ganas de hacer puños.
Sí, Watson, sí. Los tenía tan cerca que podía hasta escuchar sus corazones convertidos en peñones. Eran castreños y  obreros de larga duración. Estoy segura. Llevaban  la condena con la consabida filosofía popular de la socarronería. Pero, la mala leche seguía  cuajándose en la comisura de sus labios. Qué mala saña…todos con familiares a cargo…
No pasan veinte minutos, en el recinto de los escaños, y aparecen las castreñas que han sido botadas, a la luna de Valencia, por la empresa OMBUDS… que hace roña con SERVIMAX… que pertenece al grupo PROSEGUR. El caso es que OMBUDS ha incumplido lo estipulado, ni tan siquiera la subrogación, y que el ayuntamiento no ha levantado una sola uña para desentrañar y aclarar el uso y abuso de OMBUDS y su enfurruñamiento.
Las nuevas recortadas, como primerizas, en amaños de antaño…-Wa,  no te olvides de poner ¡todos presuntos! No sea que me la líes…- Entraron con solemnidad. Indignadas.  Abatidas por la movida empresarial. Mostraban sin remilgos su preocupación pero… con esperanza. 
Ese era el ambiente que enseñaba el público. A propósito, el ojillo rojo que capta  los rostros pálidos del semicírculo… ¿por qué no muestra  a comanches y demás tribu?
¿Qué temen alguna flecha envenenada que les emponzoñe el asado? Sabes, Wa, en alguno de los plenos pasados, cuando no interesaba, se dejaban mudos.
¡No te quepa la menor duda, Watson, fui porque no tuve más remedio. Necesitaba saber  ¡qué córcholis! está pasando con la resta de metros, en el patio de luces del edificio, en Juan de la Cosa, 4. Desde el 2000 espero contestación, escrita, por parte de los diferentes mandatarios. Y uno de los puntos del día era: Aprobación inicial de la Ordenanza de Disciplina e Inspección Urbanística, URB 281/212.
Jesús, José y María... ¡Vaya niñería!  ¿Cómo van a inspeccionar si no hay ordenanza? Así está el  patio de mi casa, hombro por manga…Así han hecho y desecho lo que han querido, Ricitos de Oro y el Milagrosos Peluquero…Ñoquis más que ñoquis.
Pues como te decía, Wa,  entre nuez y nuez los concejales lanzaban una que otra castaña pilonga…Lo normal. Hasta que al Sr. Don Cesar Barco se le ocurre utilizar el adjetivo calificativo rancio y se dispara la  greña…Espera… antes tengo que contarte quienes estaban dándome cara…
A dos pasos tenia a, Don Rufino Díaz Helguera, Don Benigno Elordi, Don Cesar Barco y Don Daniel Rivas…Todos muy amigos de lo mío y de lo de otros… ¿Me entiendes verdad? -¡No te olvides el presunto por delante, Wa, que nos encierran en la perrera!-
Pues sí, sí…cariño el de las más dulces entrañas ¡lo que me faltaba! Como diría Balbino… más verde y calenturienta que las novelas ejemplares de María de Zallas y de Sotomayor. Acosada por todas las partes y de todas las formas. Sabedora del nombre y del poder de los acosadores y de los crímenes encubiertos. Arrastrada a la mendicidad social…- ¡Una vez más, gracias, Caritas parroquial de Castro-Urdiales!- Tenia mi boquita de piñón unas terribles ganas de desatufar y escupir  todo por la cañería so cacho…canta-mañanas…tú…sí…castañuelas sí…cañíl de los añilespirañitas sin caña.  Pero…no podía ser… tocaba aguantar y callar…
Después de tantos años de puñetas y desengaños un poco más… y seguí la sesión como de costumbre con mucha atención y sin perder coma. Y viene Cesar a lo rancio…En esto, Don Rufino Díaz Helguera, con su habitual verborrea…. Da rienda suelta, a la viperina… Dos palmaditas… Amenaza al viento y suelta lo del perro de Pavlov. Una sutil mención a lo rancio y… ¡La coña desatada!
Watson, sí, sí, ¡Que te lo juro por la pata de un burro! Que  podía  escuchar a los entrañables salerosos obreros decir- “Pero qué coño dice… Sí, que un tal Paulo tiene un perro…Y yo maña… ¡Pues que saquen el perro a mear! ¡A mí me da igual si le sacan como si le meten! ¡Yo lo que quiero es un trabajo! ¡Que par de madroños en qué se pasan el tiempo! ¡Chissss! echa un ojo… ¡Mira como se está poniendo el Cesar! ¡Más que blanco! Sí está como rufianeándose…Sí, sí rancio… ¡Je, je, je! Jajarajaja…Uiii… Las muecas, risitas, codazos, guiños y la complicidad hicieron lo demás. Porque todos los del publico presente, menos los familiares, teníamos, en nuestro diario, una espina de muerte clavada en cada amanecer.
Sí, Wa, sí. Cada uno de nosotros, a su manera, veía la realidad y quienes manejaban el dinero público convertidos en mañosos esperpentos.
Así que cuando, el Sr. Don Cesar Barco, tomó la palabra y dijo: “Creo que tengo un problema…” La platea se arremolino en risas…y la ñora que de tanto teñir sé que lo rancio no gusta a ciertos colectivos cuando se van atocinando… ¡No pude aguantar!  Y "ñaca ñaca…ñam…ñam…"niñas niños señoras y señores el saco de las risas se desaliña y monta una cucaña…Y como el Sr. Alcalde se requebró en el sillón del pompón como piñata
Dejé el recinto antes de inducir a la autoridad a cometer un delito constitucional. Ya en el descansillo y dispuesta a tomar el  ascensor desaté las carcajadas reprimidas por orden constitucional… ¡Y menos mal que me da por reír…!
¿Qué pasa? Además de restas y pagarés. De falta de profesionalidad y de sensatez. De imputaciones y contra imputaciones. De juicios al por mayor. Y de toda la disentería verbal que utilizan ciertos… ciertos… ¿no vamos a poder ni reírnos  de nuestras desgracias?
Pues no, retoño, no…No pienso ser una miserable ñangotada y mucho menos boñiga echa añicos en  cuadra.
¡Ñangotados del mundo rebelaros y  reíros!  Porque… todavía… la risa no paga impuestos… ¡Leñe!

María Evangelina Cobo Zaballa
Castro-Urdiales   (Cantabria)